Hacer un viaje que despierte el paladar es un gran pretexto para probar sabores. Le dejamos las mejores sugerencias gastronómicas de la capital para su recorrido culinario por la ciudad.
La Merced
Lo que antes era una zanja utilizada por las trajineras que llevaban mercancías al comercio que venía de Xochimilco hace siglos, ahora es la calle peatonal Roldán, que crece en popularidad entre la gente que aprecia la buena cocina.
El número 37 de esta calle merece especial atención porque fue una tienda de chiles hasta finales del siglo XIX y ahora parece haber sido reconstruida para convertirse en el restaurante Roldán 37. Este local, que es mezcalería y casa museo, conserva elementos históricos como puertas, armarios, candelabros, espejos y retratos que dan al espacio un aire acogedor.
La crema de calabaza tatemada es uno de los platos de época que puede probar; es la fusión ideal de ingredientes conocidos con un sorprendente toque de ceniza. Los sopes caseros de la Meche, que vienen con frijoles, queso fresco, crema, lechuga, aguacate y tomate, son otro de los favoritos. No olvide pedir en su mesa un guacamole olmeca con chapulines, o si lo prefiere, pruebe su mole de metate, que lleva más de 36 ingredientes.

Centro
Siempre encontrará algo que hacer en esta zona, lo que le dará una excusa para quedarse otro día. Cuando tenga hambre, diríjase a la calle Artículo 123 y gire a la izquierda en el número 123. Allí verá una estructura que antes era una tienda de periódicos; no se arrepentirá. Se llama Café 123, y tiene un restaurante en la primera planta y un taller con muebles antiguos reparados a la venta en el segundo piso.
Puede elegir la mesa que prefiera y empezar tomando un refresco de jengibre casero o un chai latte. Las gambas tailandesas, el curry verde o sus sándwiches asiáticos son excelentes opciones, aunque aquí todo es maravilloso. El postre tailandés khao nao mammuan, que lleva helado de mango sobre un lecho de arroz y está bañado en leche de coco, es la manera perfecta de terminar la comida. Un final suave y cremoso.

La Colonia Juárez
Lo primero que le incitará a asomarse al Comedor Lucerna es el arte urbano exterior; una vez que lo haga, notará un vibrante patio con mesas compartidas y sombrillas en el techo. En esta zona se reúnen varios establecimientos de comida informal, como Hot Dogs Ramírez, Chimi Burger, El Camarón Ahogado y Bendita Paleta. Lucerna Bar, por su parte, no lo dejará ni con hambre ni con sed; pruebe su bebida Bermel 15, tan energizante como el ambiente del comedor.

Roma-Condesa
En Dosis Café, en la Colonia Roma, empiece el día con una deliciosa bebida caliente. Aquí, la variación se debe principalmente a la calidad de los granos y a las técnicas de extracción. Cuando llegue el mediodía, diríjase a la Colonia Condesa, ya que allí los aromas de la comida oaxaqueña llenan el aire. Maíz, frijoles, orégano y hoja santa son los deliciosos ingredientes del restaurante Pasillo de Humo, auténticamente oaxaqueño. Podrá observar al detalle el proceso de preparación gracias a la cocina abierta, y podrá degustar las tlayudas de longaniza con chapulín o tasajo con frijoles y quesillo directamente del comal. No olvide pedir un postre, como el tamal de metate con chocolate o la nixtamalizada de papaya.
